sábado, 22 de noviembre de 2008
Historia del Rey Transparente_Texto 4
La oscuridad nos traga. Siento ganas de gritar. Aprieto enter mis dedos la espada, que está guardada dentro de su vaina. Siempre duermo aferrada a mi espada: tomé esta costumbre hace años para evitar que me la robaran y para tener el arma a mano en caso de necesidad. Ahora, no sé por qué, recuerdo a Tristán e Isolda. Cuando Tristán e Isolda se enamoraron fatalmente, huyeron al bosque. Agotados, se acostaron el uno en brazos del otro pero sin desvestirse, y pusieron en medio de los dos la espada desnuda del joven, pues no querían profanar con su amor carnal el respeto que le debían al rey Marc, esposo de Isolda y señor de Tristán. El Rey, que les perseguía, les encontró mientras estaban dormidos. Conmovido al verles tan bellos y tan puros, les perdonó la vida y, en vez de cortarles la cabeza, como pensaba hacer, se marchó sin despertarlos. Pero antes cambió la espada de Tristán por la suya, para que supieran que el Rey había estado allí. Y para que los enamorados comprendieran que debían sus vidas al monarca y que, de algún modo, los dos eran hijos de su punzante acero. Pienso en todo esto ahora, en la oscuridad, abrazada una noche más a mi viejo mandoble. Pienso en Tristán, en los amores imposibles, en cuerpos hermosos e intocables separados para siempre por afilados hierros.
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2 comentarios:
yooooooooo... me habria cortado.. eso seguro :(
yo no encuentro en mensaje oculto... a ver.. la espada es la espada, no va a tener un juguete puntiagudo XD
ha usado una metáfora para comprender lo q siente usando la historia de tristan e isolda? ya no me acuerdo de los nombres... asi que .. eso.. q no pillo nada mas
si puedes dejar los pudores a un lado me lo explicas en un emilio, vale?
te chero
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